“Y alzando él los ojos á sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres; porque vuestro es el reino de Dios”
San Lucas 6:20
El Reino de Dios es un proyecto de vida para toda la humanidad y la creación; proyecto que radica en la transformación total de la realidad, presente y futura. El Reino de Dios es una fuerza que debe crecer desde y entre nosotros/as dejándonos inspirar por el Evangelio.
El Reino de Dios es un proyecto transformador y liberador que ya esta amaneciendo en Latinoamérica, el Caribe y en otras partes del mundo, trayendo cambios profundos, derribando estructuras imperiales, devolviéndoles toda dignidad a los pueblos y despertando la conciencia del mismo quien ya no acepta niveles de opresión, etc.
EL REINO DE DIOS ES LA SUPERACIÓN DE TODA ESTRUCTURA DE MUERTE O PECADO EN TODAS SUS EXPRESIONES.
Jesús es enviado por Dios su Padre, para luchar, vencer y deshacer toda obra dominante de opresión y barbarie; Jesús es enviado también a instalar, y hacer presente la realidad de este Reino a través de su mensaje y de su caminar profético y pastoral.
En un momento dado, él mismo describe su labor tomando las palabras de Isaías cap. 61 que dice:
"El Espíritu de Dios está sobre mí,
porque me eligió para dar buenas noticias a los pobres.
"Dios me envió para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos,
para rescatar a los que son maltratados y para decir:
"¡ESTE ES EL TIEMPO QUE DIOS ELIGIÓ PARA DARNOS SALVACIÓN!"
Todos conocemos el alto calibre del ministerio de Jesús, su amor y compromiso con el pueblo, su militancia, su rebeldía hacia los sectores dominante (El imperio y sus socios locales), su mensaje y práctica revolucionaria, deben – como decíamos – inspirarnos en nuestra misión como seguidores de Cristo y en la práctica comunitaria como Iglesias.
A lo largo de la historia y en estos nuevos tiempos en que vive nuestro País y nuestra Latinoamérica toda, muchas comunidades proclaman no solo en palabras su compromiso con el proyecto de Dios (Su Reino), sino que impulsados por el Espíritu de Cristo que está en y sobre todos/as nosotros/as, intentamos proclamarlo con hechos concretos, produciendo pequeños cambios, donde Dios nos ha llamado a servir.
Dichos cambios comienzan primeramente en nosotros mismos, transformando nuestras maneras de pensar y rompiendo las barreras del egoísmo y autoritarismo, que no permiten que veamos las necesidades del pueblo en su conjunto; y como parte de la proclamación de las Buenas Noticias - Mensaje de Esperanza - denunciamos toda clase de injusticia, de opresión, violencia; y anunciando su esperanza, paz y liberación para todos y todas.
Esto, es ser TESTIGOS, testigos que realizan el testimonio en la construcción de una sociedad más justa, fraterna y solidaria, en la construcción del Proyecto de Dios.
EL REINO DE DIOS, ES UN PROYECTO DE VIDA PARA TODOS Y TODAS…
“Padre Bueno,
danos fuerza, decisión y valentía
para anunciar tu Reino.
Queremos vivir
los valores de Jesús.
Preocuparnos por el que sufre,
tener compasión activa por el marginado,
comprometernos con la dignidad de todos y todas,
vivir con sencillez y generosidad,
ser honesto y coherente,
transmitir lo que creemos
con gestos y actitudes concretas.
No "irnos" en palabras
sino mostrar nuestra fe con obras, que es lo que vale,
porque una fe sin obras
es una fe muerta…”
San Lucas 6:20
El Reino de Dios es un proyecto de vida para toda la humanidad y la creación; proyecto que radica en la transformación total de la realidad, presente y futura. El Reino de Dios es una fuerza que debe crecer desde y entre nosotros/as dejándonos inspirar por el Evangelio.
El Reino de Dios es un proyecto transformador y liberador que ya esta amaneciendo en Latinoamérica, el Caribe y en otras partes del mundo, trayendo cambios profundos, derribando estructuras imperiales, devolviéndoles toda dignidad a los pueblos y despertando la conciencia del mismo quien ya no acepta niveles de opresión, etc.
EL REINO DE DIOS ES LA SUPERACIÓN DE TODA ESTRUCTURA DE MUERTE O PECADO EN TODAS SUS EXPRESIONES.
Jesús es enviado por Dios su Padre, para luchar, vencer y deshacer toda obra dominante de opresión y barbarie; Jesús es enviado también a instalar, y hacer presente la realidad de este Reino a través de su mensaje y de su caminar profético y pastoral.
En un momento dado, él mismo describe su labor tomando las palabras de Isaías cap. 61 que dice:
"El Espíritu de Dios está sobre mí,
porque me eligió para dar buenas noticias a los pobres.
"Dios me envió para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos,
para rescatar a los que son maltratados y para decir:
"¡ESTE ES EL TIEMPO QUE DIOS ELIGIÓ PARA DARNOS SALVACIÓN!"
Todos conocemos el alto calibre del ministerio de Jesús, su amor y compromiso con el pueblo, su militancia, su rebeldía hacia los sectores dominante (El imperio y sus socios locales), su mensaje y práctica revolucionaria, deben – como decíamos – inspirarnos en nuestra misión como seguidores de Cristo y en la práctica comunitaria como Iglesias.
A lo largo de la historia y en estos nuevos tiempos en que vive nuestro País y nuestra Latinoamérica toda, muchas comunidades proclaman no solo en palabras su compromiso con el proyecto de Dios (Su Reino), sino que impulsados por el Espíritu de Cristo que está en y sobre todos/as nosotros/as, intentamos proclamarlo con hechos concretos, produciendo pequeños cambios, donde Dios nos ha llamado a servir.
Dichos cambios comienzan primeramente en nosotros mismos, transformando nuestras maneras de pensar y rompiendo las barreras del egoísmo y autoritarismo, que no permiten que veamos las necesidades del pueblo en su conjunto; y como parte de la proclamación de las Buenas Noticias - Mensaje de Esperanza - denunciamos toda clase de injusticia, de opresión, violencia; y anunciando su esperanza, paz y liberación para todos y todas.
Esto, es ser TESTIGOS, testigos que realizan el testimonio en la construcción de una sociedad más justa, fraterna y solidaria, en la construcción del Proyecto de Dios.
EL REINO DE DIOS, ES UN PROYECTO DE VIDA PARA TODOS Y TODAS…
“Padre Bueno,
danos fuerza, decisión y valentía
para anunciar tu Reino.
Queremos vivir
los valores de Jesús.
Preocuparnos por el que sufre,
tener compasión activa por el marginado,
comprometernos con la dignidad de todos y todas,
vivir con sencillez y generosidad,
ser honesto y coherente,
transmitir lo que creemos
con gestos y actitudes concretas.
No "irnos" en palabras
sino mostrar nuestra fe con obras, que es lo que vale,
porque una fe sin obras
es una fe muerta…”
Pastores
Diego Javier Mendieta y Gabriela Soledad Guerreros.
Dimensión de Fe
Una Iglesia de todos y para todos…
Av. Juan B. Alberdi 5250 (1440) Mataderos
Ciudad Autónoma de Buenos Aires - República Argentina
E-mail: dimensiondefe@yahoo.com.ar
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