EN EL 2012, A ORAR SIN CESAR.
"Estén siempre alegres, oren sin cesar y den gracias a Dios en toda ocasión; ésta es, por voluntad de Dios, su vocación de cristianos".
1ª Tesalonicense 5:16-18
1ª Tesalonicense 5:16-18
Para nosotros/as, los/as hijos/as de la Patria Grande y argentinos/as, la alegría ha sido y será el elemento fundamental para la resistencia, y la herramienta para la construcción de nuevos paradigmas.
Hemos concluido un 2011 y comenzado el 2012 preocupados/as, pero al mismo tiempo convocados/as a la oración como herramienta de liberación y de fortalecimiento, porque nos infunde ánimo en las luchas y pruebas.
Preocupaciones en el plano nacional:
- Por la aprobación de una ley antidemocrática que criminaliza la protesta social, impulsada por el oficialismo y aprobada – entre gallos y media noche – por una amplia mayoría – incluyendo el voto de sectores “progresistas” –:la ley antiterrorista, una ley que no estuvo en el pensamiento colectivo de aquel contundente 54% de las elecciones pasadas.
- Por la salud de nuestra Presidenta Cristina Fernández, que la suma a la realidad que enfrentaron y enfrentan algunos/as mandatarios/as latinoamericanos/as.
Nos unimos a la oración de todo el pueblo cristiano y al deseo de todos/as los hombres y mujeres de buena voluntad, orando por nuestro país y por nuestra Patria Grande, por la pronta recuperación de la Presidenta Cristina Fernández, y de todos/as los/as mandatarios latinoamericanos/as que luchan por su salud.
Nos unimos en oración como dice el Apóstol Pablo en su primera carta de Timoteo
“…te recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, por los soberanos y por todas las autoridades, para que podamos disfrutar de paz y de tranquilidad, y llevar una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, porque él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.”
1ª de Timoteo 2:1-4
Oramos entonces, para que la voluntad política de éste año y los próximos esté orientada a garantizar el buen vivir nuestro pueblo. Estamos convencidos/as de que - como sita el último Documento de la Comisión Política de la Iglesia Dimensión de Fe - hoy es el tiempo, porque existen mejores condiciones para impulsar estos cambios estructurales. Sin dudas que oraremos y trabajaremos por esto, observando que es posible la profundización de los cambios, como única forma de impedir los intentos restauradores de los sectores reaccionarios o una posible descomposición que puede afectar a lo que hoy se llama proyecto nacional y popular[1].
Preocupaciones en el plano local (CABA).
La preocupación es mayor, y por ende también lo son nuestras exigencias como cristianos y cristianas - y las de todas las personas de buena voluntad- que luchan y trabajan a favor de la vida, la paz, la justicia ...por una ciudad inclusiva, solidaria e igualitaria.
Las políticas antipopulares que viene promoviendo e impulsando el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, que cuenta muchas veces con la complicidad de todas las bancas legislativas, debe ponernos en alerta y convocarnos a la oración:
- Por la realidad a la que se deben enfrentar los/as docentes, que sufren la desarticulación de la elección democrática de sus representantes a las Juntas de Clasificación y Disciplina.
- Por el intento de construir oficinas de gestión paralelas, con el fin de desconocer a los comuneros elegidos por el voto popular.
- Por los millonarios negocios inmobiliarios a costa del desalojo de las familias y trabajadores/as pobres.
- Por la complicidad que el oficialismo de la Ciudad encuentra para aprobar un presupuesto regresivo y leyes antipopulares contra la clase trabajadora.
- Por el tarifazo de un 127% en los subtes.
Por estas razones, nuevamente, – como sita el último Documento de la Comisión Política de la Iglesia Dimensión de Fe – estamos más que convencidos y convencidas de que es necesario unificar las luchas, abrir espacios democráticos donde las organizaciones populares puedan discutir una agenda programática y elaborar una propuesta política, superando las mezquindades y el sectarismo. Creemos que se asoman 4 años duros, de lucha intensa, donde será indispensable aunar esfuerzo y llenar las calles de nuestra ciudad: comulgar juntos y juntas en la casa del pueblo, la legislatura, repudiando el modelo de ciudad Macrista[2].
En los comienzos de este nuevo siglo, la realidad que vive nuestro pueblo - trabajador, campesino, originarios, mujeres y niños/as- nos exige a quienes adherimos al proyecto de Jesús una práctica de la oración consecuente con su ejemplo y con los cristianos y las cristianas del Primer Siglo: una oración con los pies sobre la tierra, que no es una pérdida de -ni nos roba el- tiempo, sino que nos fortalece y nos infunde ánimo en la lucha.
Una oración que debe ser un punto de encuentro entre Dios y nuestro pueblo, pero también un punto de partida, donde la sensibilidad y la capacidad recibida nos sirvan para discernir entre lo urgente y lo verdaderamente prioritario. Vale decir: que nos impulse en la misión de sanar a los enfermos, liberar a los oprimidos y partir el pan con el hambriento de este tiempo, lo urgente. Y nos fortalezca en la labor de anunciar la buena noticia y extender su Reino de amor, paz y justicia, lo prioritario. (RDF)
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