A principio del mes de octubre decíamos en nuestra reflexión, titulada “Por sus frutos los conoceréis…”: "El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y sus políticas de expulsión son el fiel reflejo del sistema e ideología capitalistas, que privilegia a los pocos que siempre han apostado a la dominación, y oprime y expulsa a los que siempre se han jugado todo por ser parte de un pueblo verdaderamente libre y digno, haciendo realidad el derecho a una vida plena”.
Podríamos hablar de Memoria de la crueldad al señalar algunas de las últimas acciones que en materia de desalojos ilustran fielmente lo que decíamos arriba:
-El 4 de octubre el Gobierno de la Ciudad encuentra la complicidad de la Justicia Porteña en la persona de la Jueza María Luisa Escrich (titular del Juzgado Nº 20), quien en juicio oral y público condenó a nueve inquilinos a una pena de seis meses de cárcel. Se los culpa de “usurpar” una vivienda ubicada en Chacabuco 630, donde vivían legalmente desde hace más de un año. Sin pruebas la Jueza Escrich y el Fiscal Dr. Ángel Carestia (quien impulsó semejante atropello), dejaron sentado así un alarmante precedente frente a la gravísima problemática de vivienda que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires.
Los/as condenados/as son cinco mujeres -madres solas- empleadas domésticas con 12 menores a su cargo, un anciano de 78 años, un obrero panadero, un discapacitado y un mensajero. Estos datos y el acompañamiento concreto que venimos dando desde la Comunidad Dimensión de Fe, una Iglesia de todos y para todos… y el haber presenciado el vergonzoso juicio, nos hace deducir que en este fallo no se está haciendo otra cosa que criminalizar la pobreza.
-El jueves 11 de noviembre nuevamente fuimos testigos del maltrato, la violencia y el despojo que ejerce el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sobre los/as trabajadores/as, desocupados/as y pobres de nuestra ciudad. 13 familias que vivían desde hace tres años en Lope de Vega 419 del Barrio de Villa Luro, y sin que fueran notificadas previamente, fueron desalojadas junto con sus niños/as.
Esta realidad azota a casi 600.000 vecinos/as que se encuentran afectados por la emergencia habitacional, muchos de ellos/as amenazados/as de ser desalojados/as y otros/as ya expulsados a la calle y pasan a engrosar la población de más de 15.535 personas que fueron forzadas a vivir en situación de calle en estos últimos 3 años (Último informe de Médicos del Mundo).
¿CUÁNDO LA JUSTICIA ESTARÁ A FAVOR DE LOS MÁS POBRES?
Jesús les contó a sus discípulos otra parábola sobre la necesidad de ser constantes en la oración y no desanimarse: “En cierta ciudad había un juez que no tenía temor de Dios ni respetaba a nadie. Y en aquella ciudad vivía una viuda que iba a ver al juez con frecuencia, para pedirle que le hiciera justicia en un pleito que tenía con uno que le hacía la vida imposible. El juez no le hizo caso durante bastante tiempo; pero llegó un momento en que se dijo para sus adentros: "Es verdad que yo no tengo temor de Dios ni respeto a nadie; pero esta viuda no deja de fastidiarme, de modo que le haré justicia, no sea que acabe por hacerme polvo del todo"-. Y el Señor insistió-: ¡Fijaos lo que acabó por decir aquel juez tan malvado! ¿Y creéis que Dios no les hará justicia a sus amigos que se lo piden día y noche? ¿Creéis que le dará largas al asunto? ¡Os aseguro que se dará prisa a hacerles justicia! Pero, cuando vuelva el Hijo del Hombre, ¿quedará algo de fe en la Tierra?” San Lucas 18:1-9
Concientes de que vivimos bajo un sistema capitalista, es necesario reafirmar sin miedo ni prejuicios nuestra fe y compromiso con el Dios de la vida y con los sectores afectados por la perversidad de esta estructura de muerte. La resistencia de los pobres y la esperanza de un mundo y un ser humano nuevos, con Dios de nuestro lado, no se rompe.
En su tiempo, Jesús de Nazaret enseñó a sus compañeros/as seguidores/as sobre la necesidad de resistir, los instruyó en la capacidad de concientizar, organizar y movilizar al pueblo de aquel entonces. Es importante en nuestra comunidad, como pentecostales, resaltar este punto, porque algunos nos “venden" o predican la idea de un Jesús dulce y temeroso, siempre ofreciendo la otra mejilla para ser abofeteada, negando al Jesús de los Evangelios, el Jesús que entra victorioso en Jerusalén y expulsa a los mercaderes del templo, el que enfrenta la muerte en la cruz o el que llora por la muerte de un compañero. Como seguidores de Jesús creemos en su humanidad y en su divinidad, en su ternura y en su firmeza, en su denuncia del mundo corrupto y en su anuncio del Reinado de Dios.
La viuda que cuenta el Evangelio Según San Lucas 18:1,8 representa a todos/as aquéllos/as que a pesar de la triste realidad y difíciles condiciones de vida que padecen se mantienen firmes en la fe y en la esperanza en el Dios de la Vida y que frente a las injusticias que viven están persuadidos que él no los abandona y se hace presente.
Jesús es el mismo de ayer, de hoy y por los siglos de los siglos, y nos llama a la oración constante, que no tiene que ver con el olvido de nuestra realidad, ni con alienarnos en una espiritualidad ficticia o de obviar el compromiso que tenemos como hijos/as de Dios. Por el contrario, como cristianos/as debemos entender que permanecer en esa oración constante es participar de una oración activa: es estar concientizados/as de la realidad, organizados/as y movilizados/as para golpear sin descanso las puertas de tantos/as que reflejan a ese juez injusto.
Estimados/as hermanos/as: debemos seguir orando, trabajando y construyendo una Ciudad para todos y todas, donde se respiren BUENOS AIRES; que la oración nos sostenga en la unión y la esperanza de tener de nuestro lado al Dios de la Vida,aquel que siente el dolor de su pueblo y que camina con él.
Pastores Diego Mendieta y Gabriela Guerreros
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