LOS “PEQUEÑOS”

La Veredita

LOS “PEQUEÑOS”
"En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: “¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?” Jesús llamó a un niñito, lo colocó en medio de los discípulos, y declaró: “En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como niños, nunca entrarán en el Reino de los Cielos. El que se haga pequeño como este niño, ése será el más grande en el Reino de los Cielos. Y el que recibe en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe. El que hiciera caer a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarraran al cuello una gran piedra de moler y que lo hundieran en lo más profundo del mar". 

San Mateo 18:1- 6

En el marco de su tarea pastoral y profética, es muy común encontrar a Jesús manteniendo un diálogo fraterno con los discípulos que comenzaban a militar la propuesta liberadora que les compartía. Éste es uno de los casos que registran los evangelios sobre la pedagogía que Jesús utilizaba, y que nunca estaba desprendida de la realidad de su contexto.

En el lenguaje bíblico la palabra “pequeños” designaba a los/as niños/as, a las personas que recién comenzaban a seguir a Jesús, y también a los olvidados, marginados, débiles y pobres de la sociedad.

Los discípulos y compañeros de Jesús seguían confusos, todavía no habían asumido que la opción de Dios en Jesucristo era y será siempre por los “pequeños”. Dios opta por los que no cuentan mucho en la sociedad, por los olvidados, los más “pequeños”, los “pobres, débiles y desamparados”, que para el Reino de Dios tienen un altísimo valor.

En este sentido, si cada cristiano/a o cada comunidad creyente militante del Evangelio tuviéramos la mirada de Jesús e imitáramos su ejemplo, no podríamos dejar de ver que en la Ciudad de Buenos Aires hay una gran mayoría de “pequeños” que no han sido ni son tenidos en cuenta por el actual Gobierno. Veríamos a trabajadores/as (con ocupación o sin ella) aferrarse a sus niños/as y resistir los desalojos compulsivos; no pasarían desapercibidas las casi 16.000 personas forzadas a vivir en las calles y los encontraríamos caminando el reclamo por una vivienda adecuada, saludable y definitiva.

Tampoco podríamos, desde la mirada de Jesús, dejar de ver a los pueblos originarios – como es el caso Comunidad Qom en Formosa – que siguen siendo atropellados y despojados de sus tierras por los señores feudales y la complicidad del Gobierno Provincial y Nacional; y la enorme deuda histórica que sigue sin saldarse.

Hermanos/as y compañeros/as de camino: es indispensable recuperar el proyecto de Jesús colocando a los “pequeños” en el centro de la escena y en nuestras agendas. Nuestras Iglesias y las organizaciones sociales y políticas deben encontrarse desafiadas por la realidad, de la que es parte una enorme cantidad de “pequeños”.

Pastores Diego Mendieta  Gabriela Guerreros

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